Tokens BRC20: ¿Un Contendiente Prometedor o un Simple Destello?
En tiempos recientes, las discusiones en el ámbito de Bitcoin parecen haberse desplazado hacia la propia red de Bitcoin, con los tokens BRC20 emergiendo como un tema candente. La gente se pregunta si la llegada de soluciones de expansión de capa 2 (L2) para Bitcoin y el estándar BRC20 podrían aportar mayor funcionalidad y escalabilidad a Bitcoin. Sin embargo, es importante avanzar con cautela, ya que estas conversaciones actualmente parecen inclinarse más hacia la especulación del mercado. Profundicemos en la arquitectura L2 de Bitcoin, BRC20 y los posibles riesgos de seguridad.
Entendiendo la arquitectura L2 de Bitcoin
El ecosistema de blockchain se enfrenta a un llamado “triángulo imposible”: seguridad, descentralización y escalabilidad, de los cuales solo se pueden lograr dos a costa del tercero. Bitcoin, por ejemplo, ha priorizado la seguridad y la descentralización, sacrificando la escalabilidad en el proceso. El tiempo de generación de bloques de Bitcoin es de aproximadamente 10 minutos, una latencia significativa en comparación con otras blockchains populares como Ethereum 2.0 o Solana, que cuentan con tiempos de bloque en la escala de segundos o incluso milisegundos. Esta limitación ha impulsado la demanda de soluciones de escalabilidad para Bitcoin, lo que ha llevado al surgimiento de la expansión L2 de Bitcoin, ejemplificada por sistemas como Stacks.
Stacks es una red descentralizada de aplicaciones y contratos inteligentes construida sobre Bitcoin. Esta red se conecta a la blockchain de Bitcoin mediante un mecanismo de consenso cross‑chain, logrando el objetivo de preservar la seguridad de Bitcoin al tiempo que ofrece un rico escenario de aplicación para contratos inteligentes. Stacks opera de forma estratificada, donde la capa de liquidación base (Bitcoin) se complementa con la adición de contratos inteligentes y programabilidad (Stacks), que a su vez incorpora una capa de escalabilidad y velocidad (subred de Hiro). Este enfoque en capas no solo brinda funcionalidades similares a blockchains como Ethereum, sino que también evita muchas de las deficiencias de las cadenas públicas complejas.
Explicando BRC20
Para entender BRC20, primero debemos familiarizarnos con Ordinals. Ordinals es un protocolo que asigna identificadores únicos a la unidad más pequeña de Bitcoin, los satoshis (sats), transformando esencialmente cada sat en un token no fungible único (NFT), similar a los NFT de Ethereum. Además, Ordinals permite la inclusión de texto, imágenes, audio y video dentro de los sats, acentuando aún más su singularidad.
El creador de BRC20, aprovechando el protocolo Ordinals, introdujo el concepto de tokens fungibles en Bitcoin al asignar un “formato” y “atributos” unificados a los sats. BRC20, a través de Ordinals, inscribe datos de texto con formato JSON en los sats, actuando como un libro mayor para los tokens BRC20 y registrando la tenencia y transferencia de dichos tokens.
Riesgos asociados con BRC20
A pesar de la atención que han recibido los tokens BRC20, actualmente existen como simples archivos JSON sin valor práctico ni caso de uso empresarial, y su popularidad depende en gran medida de la popularidad y el tráfico de Bitcoin. Además, gestionar tokens BRC20 no es tan sencillo como manejar Bitcoin y requiere una billetera dedicada. Asimismo, participar en inversiones BRC20 exige herramientas de terceros que a menudo presentan una barrera de entrada.
Varios riesgos rodean a los tokens BRC20. Primero, la especulación del mercado y el hype pueden crear una burbuja, sobrevalorando los tokens. Segundo, al igual que otras tecnologías blockchain, los tokens BRC20 son susceptibles a intentos de hackeo. Por último, la falta de supervisión regulatoria en los mercados de blockchain y criptomonedas podría dar lugar a actividades fraudulentas o ilegales involucrando tokens BRC20.
Una idea errónea común entre los usuarios es que los tokens BRC20, creados utilizando la seguridad de Bitcoin, son tan seguros y estables como Bitcoin. Sin embargo, ambos son fundamentalmente diferentes. La seguridad de Bitcoin se sustenta en algoritmos criptográficos y de consenso, y ha funcionado de manera relativamente estable durante un período considerable. En contraste, BRC20 depende de los Ordinals.